El boca a oreja no sirve para encontrar empleo
Es la forma más habitual de buscar trabajo para seis de cada diez parados Solo uno de cada diez llega a hacer una entrevista Asempleo lamenta el escaso papel de la intermediación laboral «profesional»
Los parados españoles recurren antes a los amigos y conocidos para buscar trabajo que a otras fórmulas, como contestar a ofertas de empleo, actualizar su currículum en internet o acudir a los servicios públicos de empleo o a una ETT. Este comportamiento no es una rareza en el marco europeo, pero sí sus deficientes resultados.
Datos de la Encuesta de Población Activa
Un 58% de los parados que buscan activamente empleo lo hacen tirando de contactos. Suponen 1,68 millones, más del triple de los que recurren a las oficinas de empleo, ya sean públicas o privadas.
Estos datos sirven a Asempleo, la patronal de agencias de colocación y empresas de trabajo temporal, para dar la voz de alerta: «La gran asignatura pendiente del mercado laboral es la intermediación entre quienes buscan empleo y quienes ofrecen un puesto de trabajo«.
Según sus estimaciones, mientras la cifra de desempleados se acerca a los tres millones de personas, el número de puestos que se quedan vacantes se estima en medio millón «en sectores tractores del empleo como son la hostelería y la construcción«.
La razón que encuentran para este desencuentro entre los desempleados y las empresas es evidente: «La búsqueda de empleo no está profesionalizada«.
¿Pero tienen razón este análisis? ¿Es el caso español una excepción en el entorno europeo? Para ello, hay que recurrir a los datos de Eurostat.
Entre los países del Este
Si bien éstos últimos utilizan una metodología diferente y pendientes de la misma actualización que sí ha hecho el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la comparativa hasta 2020 deja claro que el caso español no es una rareza.
De hecho, es el décimo país del ránking europeo de parados que recurren a conocidos para buscar empleo. Una lista presidida por Rumanía y Grecia y otros países del este y en la que quedamos por detrás de Italia. Ello a pesar de que la estadística del organismo europeo se elabora con una metodología diferente y eleva el porcentaje de parados que recurren a contactos al 72%.
Sin embargo, los resultados revelan una brecha mucho mayor entre el recurso a conocidos, que es la primera opción para buscar trabajo, y la posibilidad de encontrarlo.
El indicador más evidente es que nuestra tasa de paro es la mayor de los 27, lo que da idea a de que la eficacia de nuestro método para buscar empleo es la menor de la UE.
¿Sirve de algo preguntar a conocidos?
Sin embargo, para valorar la ineficacia de la búsqueda de empleo hay que entender que la incorporación en un puesto de trabajo no es automática: se hace un tipo de proceso de selección, o prueba al candidato por muy recomendado que venga.
Y según los cálculos de Eurostat, si en España siete de cada diez parados preguntan a conocidos, solo uno de cada diez llega a hacer alguna prueba para un trabajo.
La diferencia entre ambas variables en España es de 62,5 puntos porcentuales, muy por encima del resto de las grandes economías de la zona euro. En concreto, son 4,7 puntos más que Italia, 12 que la media UE, 14,5 que Francia y 35,8 que Alemania.
Esto sitúa a España en un furgón de cola que comparte con países como Rumanía, Eslovaquia, Hungría, Grecia Croacia o Chipre. Todos ellos (incluso Gtrecia) tienen una tasa de paro inferior a la nuestra.
El boca a oreja no sirve para encontrar empleo
Pero hay un casoque merece mención aparte. Se trata de Suecia, el país con menor tasa de parados que llegan a hacer ofertas. La razón es que en este caso los contactos personales se han visto sustituidos por las oficinas de empleo; siete de cada diez parados acuden a ellas (muy por encima de España).
La intermediación se centraliza a través del del Arbetsförmedlingen, como se llama la agencia pública de empleo, por lo que las entrevistas externas son escasas. Este es precisamente uno de los modelos que el Ministerio de Trabajo de España toma en consideración para la reforma del SEPE.
Sin embargo, el fracaso de la intermediación de los servicios públicos de empleo en España (apenas gestiona un 2% de las contrataciones) aleja a los desempleados y a las empresas de esta fórmula. Y cuestiona la eficacia de una modernización de las políticas activas que, si no se plantea en profundidad,mantendrá la preeminencia de un ineficaz ‘boca a boca’.
fracaso del ‘boca a boca’ para encontrar empleo Es la forma más habitual de buscar trabajo para seis de cada diez parados Solo uno de cada diez llega a hacer una entrevista Asempleo lamenta el escaso papel de la intermediación laboral «profesional»